Por primera vez en el occidente, una ciudad ha prohibido la utilización de la tecnología de reconocimiento facial.
Esta prohibición indica que ninguna entidad gubernamental podrá utilizar esta tecnología, aún así ellos crean que es ‘necesaria’. La orden también requerirá que las agencias necesiten aprobación para instalar sistemas de vigilancia.
Este plan, denominado ‘Stop Secret Surveillance Ordinance‘, fue liderado por Aaron Peskin, un supervisor estadounidense. Él asegura que este proyecto no se trata de uno ‘anti-tecnológico’, pero sucede que el reconocimiento facial; según él, es peligroso y opresivo.
Por supuesto, sus declaraciones no tardaron en causar polémicas, pero todo se apaciguó tras la confirmación de que el sistema no es completamente eficaz. Es decir, incluso los expertos han evidenciado ocasiones en donde ha reconocido erróneamente a un individuo.
Finalmente, San Francisco será la imagen de muchísimas ciudades que ya están tomando medidas similares. Todo el norte de California está siguiendo sus planes, por ejemplo.