El trasplante de órganos entre distintas especies no es una novedad en el mundo de la ciencia, es algo que se viene tratando de perfeccionar desde hace tiempo. De hecho, hace poco vimos cómo un hombre recibió un corazón de cerdo y todo parece haber salido bien. Sin embargo, este no es el único caso destacable que ha ocurrido, recientemente, en este ámbito. Y es que, en Alabama, Estados Unidos, un sujeto pudo recibir dos riñones porcinos con un considerable éxito.
La hazaña tuvo lugar a mediados de este mes. Un equipo de la Facultad de Medicina Marnix E. Heersink de la Universidad de Alabama informó que habían trasplantado dos riñones de un cerdo genéticamente modificado a un paciente con muerte cerebral.
El caso ha sido el primero de este tipo que aparece en una revista científica revisada por pares; algo que es un paso importante para validar cualquier investigación. Asimismo, parece ser también el primero en trasplantar dos riñones de cerdo modificados a un solo ser humano. Los hallazgos del equipo se han publicado en el American Journal of Transplantation.
El receptor de los órganos era un paciente con muerte cerebral. El procedimiento era experimental y no tenía la intención de salvarle la vida. Una vez hecho el trasplante, los médicos monitorearon y supervisaron los riñones por unas 77 horas. Durante dicho periodo de tiempo, ambos filtraron la sangre, produjeron orina y evitaron el rechazo del organismo del huésped.
Para llevar a cabo el proceso, se usó un cerdo con 10 genes editados. Esto para hacerlos más compatibles con el ser humano. De igual forma, el animal fue suministrado por la empresa Revivicor.
A través de un comunicado, Jayme Locke, autor principal y director del Comprehensive Transplant Institute del Departamento de Cirugía de la UAB dijo lo siguiente: “Este momento revolucionario en la historia de la medicina representa un cambio de paradigma y un hito importante en el campo de los xenotrasplantes, que posiblemente sea la mejor solución a la crisis de escasez de órganos”.
Asimismo, el médico aseguró que habían «salvado las brechas críticas de conocimiento»; además de obtener «los datos de seguridad y viabilidad necesarios para comenzar un ensayo clínico en seres humanos vivos con enfermedad de insuficiencia renal en etapa terminal”.
Con sus nuevos hallazgos, el equipo de la UAB cree firmemente que sus métodos están listos para ser probados en ensayos clínicos próximamente.
Fuente: Gizmodo