Un invidente voluntario de 58 años ha recuperado parcialmente la visión con una técnica tecnológica llamada ‘Optogenética‘. Los resultados son bastante limitados, pero su éxito ha abierto una gran posibilidad de tratar la ceguera.
Esta técnica es resultado de 13 años de trabajo realizado por un equipo de neurocientíficos de la Universidad de California, y aunque los resultados sean limitados, plantea avances increíbles en este campo. Se utilizó terapia genética para convertir células ganglionares en células fotorreceptoras. Este método fue desarrollado para crear proteínas optogenéticas sensibles solo a luz ‘ámbar’.
Este tono de color, aunque pase desapercibido, es un punto importante porque evita destellos que podrían dañar el tejido de la retina. Luego de este experimento, crearon unas gafas especiales para interpretar todo el mecanismo. Es decir, estas gafas logran que el paciente reconozca en cierta medida las formas y objetos, lo cual se traduce en una visión parcial.
Además, estas gafas entrenarán al cerebro a aprender otro lenguaje, pero todavía queda mucho por desarrollar. A día de hoy se encuentran en pruebas en donde ya es capaz de diferencia objetos, aunque todavía queda una visión borrosa. Se espera que la técnica sea pulida junto a las gafas, ya que de momento tienen un diseño aparatoso.