Observatorio ALMA registra una sorprendente tormenta galáctica de hace más de 13 mil millones de años
El espacio, sin duda, es algo que genera interés es miles de personas; incluso en quienes nada tienen que ver con la astronomía. Un descubrimiento o una simple fotografía de él, puede generar bastante emoción. Por ello, no podíamos dejar pasar este reciente hallazgo: Una tormenta de viento galáctica formada por un agujero negro masivo.
El suceso fue registrado por el observatorio ALMA y es el primero de su tipo que se ha podido observar hasta el momento. Sin embargo, aunque resulte sorprendente, no pasó «recientemente». Según se calcula, la tormenta tuvo lugar hace más de 13,100 millones de años. Esto lo convierte en el viento galáctico detectado más antiguo hasta la fecha.
Como consecuencia de este hallazgo, los investigadores que lo han investigado han comenzado a tener varias preguntas al respecto. Takuma Izumi, por ejemplo, del Observatorio Astronómico Nacional de Japón, afirmó que ahora deberán establecer cuándo aparecieron, por primera vez, estos vientos galácticos. Esto, debido a que, según asegura, tiene relación con un «importante problema astronómico: cómo es que evolucionaron en conjunto galaxias y agujeros negros masivos».
Centrándonos en el reciente descubrimiento, en la galaxia donde se detectó, la masa del agujero como del centro de la misma son similares. Esto indica que un viento galáctico hace posible que dos entidades de masas iguales, pero distintos tamaños, puedas evolucionar conjuntamente.
Según un análisis hecho con los datos recolectados por ALMA, algunos gases de la galaxia J1243+0100 llegaban a desplazarse hasta a una velocidad de 500 kilómetros por segundo. Esto quiere decir que tenían la suficiente energía para mover partículas de estrellas, evitando que estas lleguen a formarse.
Por otro lado, en Japón, el telescopio Subaru registró más de 100 galaxias las cuales, en su centro, contienen un agujero masivo. Ahora, lo que debe llevarse a cabo es un análisis de su comportamiento con los los telescopios de ALMA. De esta forma, se pretenden encontrar otras tormentas galácticas, ya que este tipo de co-evolución entre galaxias y agujeros negros “significan un retrato más o menos preciso” del estado del universo hace 13,000 millones de años.
Fuente: Digital Trends