La NASA ha confirmado una noticia que debe ser aplaudida por el mundo entero debido a su complejidad. Sucede que una de las misiones espaciales más persuadidas se está completando de manera excepcional poco a poco.
Nos referimos al viaje al Sol, un camino que en definitiva es todo un reto para nosotros. Y aunque no lo creas, la sonda Parker ya completó la primera fase de este viaje, llevándose consigo el récord de ‘Mayor proximidad al Sol por parte de un objeto terrestre’. Para ser más precisos, Parker se encuentra a unos 24 millones de kilómetros del Sol.
Lo mejor de este logro es que lo ha conseguido sin percances significativos, incluso atravesando zonas de temperaturas altísimas; las mismas que también cuentan con un alto índice de radiación. Según los expertos, Parker cuenta con un escudo térmico capaz de resistir más de 1300℃; y por el momento funciona de maravilla.
La meta de esta importante misión espacial es llegar a una proximidad de 6 millones de kilómetros del Astro Rey, lo cual sería una distancia de 150 millones de kilómetros de nuestro planeta. Parker, a tres meses de su lanzamiento, ya avanzó una distancia considerable; lo cual también resultó sorprendente para los ingenieros de la NASA.
Es más, otro de los récords batidos en esta primera fase se trata de la velocidad en la cual se ha desplazado. Según los datos, Parker corrió a 342.790 Km/hr, lo cual la coronó como el vehículo espacial más rápido jamás creado. Y los ingenieros esperan que bata este récord nuevamente, conforme se va acercando a su objetivo.
Thomas Zurbuchen, encargado del proyecto en la NASA, comentó que esta sonda fue creada para que ‘cuidase de sí misma’ y que se encargue del progreso de la misión sin control desde la Tierra. Es decir, Parker está avanzando con autonomía propia, y vaya que está apresurada.
DaTEC: Además de Parker, la sonda Helios B fue la primera en llevarse el récord de mayor proximidad al Sol. En 1976, esta sonda fue lanzada al espacio con la misma misión, llegando hasta unos 43 millones de kilómetros del Sol.
Vía NASA Blog