Este año, la moda ha dado un salto relevante en cuestión de avance tecnológico, se trata de la ‘Moda Digital’, la cual para algunos es una tendencia absurda, pero muchísimos otros ya están llenando su carrito de compras de prendas digitales. Eso sí, el estilo de esta ropa es mucho más extravagante del que encontraremos en tiendas físicas, y este es el mayor interés de los compradores.
Según las empresas que ya están invirtiendo en esta tendencia, el concepto tomó como referencia los trajes virtuales de los videojuegos, conocidos como ‘skins’. Por ejemplo, en Fortnite o League of Legends, millones de jugadores invierten dinero real en comprar un traje para su personaje virtual. Y si reproducimos esta práctica en la vida real, estaremos reduciendo a ‘cero’ el impacto ambiental que tiene la industria de la moda.
Aunque el nacimiento de esta tendencia nació de la mano con los hoy conocidos ‘Influencers’, pues con su método de promoción de marcas de ropa, las prendas eran enviadas con la intención de publicar una única fotografía en redes sociales. Bajo esta premisa nació la idea de crear prendas en 3D, y que los influencers envíen la fotografía para que la marca se encargue de montar la prenda a través de edición.
Carlings, una compañía noruega, es la pionera en esta moda digital, pues lejos de presentar su idea como un proyecto concepto; ya lanzaron su primera colección completamente virtual. Fue titulada ‘Neo-Ex’, y suma un total de 19 prendas que cuestan entre 15$ a 30$ cada una. Como ves, el estilo es llamativo y en su mayoría, unisex. Los retoques luminosos y formas variadas resaltan las referencias futuristas, ideal para aquellos que sienten que no encajan con un estilo contemporáneo.
Los clientes de esta marca aseguran que su beneficio ecológico es lo que más anima a adquirir sus productos. Y al igual que los ‘influencers’, también deben enviar su fotografía para que los editores de la marca posicionen la prenda. El resultado es sorprendente, pues el modelado en 3D utiliza texturas foto realistas, y con la ayuda de programas para controla la iluminación, la prenda sí que luce real.
Además, su precio es realmente asequible en comparación de lo que costaría una prenda similar en la vida real, las cuales llegan a costar miles de dólares. Esto suma una gran cantidad de puntos, pues ahora las prendas de diseñador están al alcance de tus manos. Eso sí, The Fabricant, una compañía también dedicada a la moda digital; vendió uno de sus vestidos por 9500$. El comprador fue nada más y nada menos que Richard Ma, el CEO de Quantstamp, una compañía de seguridad estadounidense.
Según sus propias palabras, este ‘regalito’ para su esposa es en realidad una inversión, pues en diez años, el magnate asegura que todo el mundo utilizará prendas digitales. Y como la tendencia apareció recién este año, la compra del primer vestido virtual también le brinda exclusividad a su ropero, e incluso podría aumentar su precio dada esta fama que ya dio la vuelta al mundo.
No existen dudas de que la industria de ropa virtual está en un crecimiento que no parece titubear, pues los clientes no paran de inclinarse por esta tendencia.