Intel amanece con uno de los ataques más fuertes de los últimos años en sus sistemas. Una de las compañías más grandes del mundo tecnológico acaba de caer ante hackers que robaron más de 20 GB de archivos internos.
Según un portavoz de la empresa, esto solo pudo ser posible si es que el individuo tenía acceso a la base de datos de Intel, pues es la única forma de descargar y compartir estos datos.
Entre los datos filtrados existe información sobre diseños de próximos productos y códigos de fuente de varios chipsets. Intel ya está investigando el asunto arduamente, y asegura que no se ha filtrado nada sobre la información personal de sus clientes, todo ha sido referente a diseño.