Un reporte ha acusado a Facebook de compartir cantidades inapropiadas de información de usuarios. Entre los desarrolladores de dispositivos, se encuentran Apple, Microsoft, Samsung, y BlackBerry.
Hace 10 años, Facebook comenzó a realizar tratos con estas compañías. El propósito era el de ayudarlas a crear apps de Facebook para sus teléfonos y tablets, además de integrar funcionabilidad de Facebook a sus sistemas operativos.
Para que esto funcione, Facebook les dió acceso a información de usuario a través de APIs privadas.
El reporte sugiere que el nivel de acceso provisto a las empresas causa preocupación sobre la conformidad de Facebook con la legislación de privacidad de la FTC.
Por su parte, Facebook niega esta acusación, y dice que sus tratos fueron estrechamente controlados.
Sin embargo, el reporte provee un ejemplo de cómo estas APIs supuestamente privadas comparten información.
Utilizando un BlackBerry del 2013, un reportero utilizó su cuenta de Facebook para conectarse con el software propietario de hub de BlackBerry. Este, combina los feeds de redes sociales con mensajeo y mails.
Tras esto, el software de BlackBerry no sólo fue capaz de conseguir información de los 556 amigos de Facebook del reportero. También fue capaz de obtener «datos de identificación» perteneciente a casi más de 300,000 amigos de los amigos del reportero.
Se destaca que este nivel de intercambio de datos va en contra de la política de privacidad de Facebook. Esta sólo permite a las aplicaciones de terceros pedir los nombres de los amigos del usuario.
El reporte dice que Facebook ha hecho tratos similares con «por lo menos 60 fabricantes de dispositivos», pero no está claro qué nivel de acceso a información fue acordado en cada caso.
La defensa principal de Facebook es que estos fueron tratos necesarios. Agregan que cuando los usuarios accedían a las apps o servicios de los fabricantes, tenían la posibilidad de consentir (o no) a compartir su información.
Sin embargo, es fácil ver las similitudes entre estos acuerdos y el escándalo de Cambridge Analytica. Este reveló como desarrolladores de terceros estaban abusando las políticas de privacidad de Facebook para descargar grandes cantidades de información de la plataforma de la compañía.
Según Facebook, las dos situaciones son «bastante diferentes». Y no están equivocados. Compartir data personal con desarrolladores y firmas de marketing pequeñas no es lo mismo que compartirlas con los titanes tecnológicos.
Los segundos tienen los recursos para proteger la información, pueden ser sujetos a consecuencias si la abusan, y no hacen dinero aprovechándose de la información de usuario.
Empero, el escándalo de Cambridge Analytica ha revelado cómo funciona el ecosistema digital actual.
Cómo es que ha sido construido en el intercambio relativamente gratuito de información personal. Y cómo es de fácil para las compañías de tecnología jugar con el concepto del «consentimiento» del usuario.
En el caso de los negocios con los creadores de dispositivos, es justo preguntar si los usuarios que entraron al software Hub de BlackBerry, por ejemplo, realmente sabían cómo su información iba a ser utilizada y compartida.
Mientras que Facebook ahora dice que está terminando con todos estos partnerships, es claro que la posición preeminente de la empresa en la industria fue construida, por lo menos de manera parcial, en este tipo de tratados.
Mark Zuckerberg apareció frente al Congreso de Estados Unidos en Marzo. Allí, enfatizó que Facebook le da a los usuarios control completo sobre su información y lo que le sucede.
«Cada pedazo de contenido que compartes en Facebook es tuyo,» dijo Zuckerberg. «Tienes control completo sobre quién lo ve y cómo lo compartes.»
Sin embargo, los contratos con estos terceros muestran que «control completo» no necesariamente significa entendimiento completo.