No cabe duda de que la compra de WhatsApp por parte de Facebook fue una de las más comentadas y sonadas hasta la fecha. Sin embargo, parece que la decisión de la venta no fue del todo buena. Al menos así lo cree Neeraj Arora, ex-Chief Business Officer de la aplicación de mensajería, quien ha confesado estar arrepentido de ella.
A través de su cuenta de LinkedIn, Arora ha explicado los motivos por los cuales no está contento por haber vendido la app a Facebook. Igualmente, confesó cómo fue el proceso de negociación entre las compañías.
De acuerdo con el ex-CBO, Mark Zuckerberg y Facebook presentaban interés en WhatsApp desde el 2012; no obstante, en ese entonces, la compra fue rechazada por la aplicación. Posteriormente, en el 2014, la empresa de la red social volvió a intentar negociar y prometió al servicio de mensajería distintas buenas condiciones tras la compra. Entre ellas, encontramos:
• Compatibilidad total con el cifrado de extremo a extremo.
• Sin anuncios (nunca).
• Total independencia en las decisiones de productos.
• Asiento en la junta para Jan Koum (CEO de WhatsApp en aquel entonces).
• Oficina propia en Mountain View.
Por su parte, WhatsApp también propuso ciertas condiciones. Entre ellas hallamos:
Evidentemente, al formalizar la compra, Facebook estuvo de acuerdo con dichas condiciones. No obstante, de acuerdo con Arora, luego de concretar la transacción, estas nunca se cumplieron.
Cabe recordar que, dos años después de la compra, en 2018, se hizo público el escándalo de Facebook/Cambridge Analytica. En dicho momento, Brian Acton, otro de los fundadores de WhatsApp, también llamó al público a boicotear a la red social. Eso fue justo dos años después de formalizarse la compra.
Hoy, WhatsApp es la segunda plataforma más grande de Facebook (incluso más grande que Instagram o FB Messenger). Pero es una sombra del producto en el que vertimos nuestros corazones y queríamos construir para el mundo.
Y no soy el único que lamenta que pasó a formar parte de Facebook cuando lo hizo. Las empresas tecnológicas deben admitir cuando han hecho algo mal.
Nadie sabía al principio que Facebook se convertiría en un monstruo de Frankenstein que devoraba los datos de los usuarios y escupía dinero sucio. Nosotros tampoco.
Para que Silicon Valley evolucione, debemos hablar sobre cómo los modelos comerciales perversos hacen que productos, servicios e ideas bien intencionados salgan mal.
Fuente: Hipertextual