Durante nuestra vida, cambiaremos incontables veces de teléfono móvil ya sea por problemas técnicos o por simple actualización. Dave Mitchell es un británico de East Yorkshire que no tiene planes para cambiar su equipo en un futuro próximo, aunque si equipo tenga ya más de 17 años: el Nokia 3310.
Siempre han existido bromas sobre la resistencia de este equipo y Dave ha podido probar hasta que punto puede resistir el Nokia 3310. Mitchell se llevó el teléfono a Afganistán e Irak cuando estaba de servicio, aguantó los golpes y las duras condiciones de la situación e incluso sigue funcionando después de meterlo en la lavadora accidentalmente.
La filosofía de Mitchell es sencilla: tiene la sensación de libertad al conectarse a internet desde su casa, no necesita una cámara y si esta aburrido, no hay nada mejor que una partida de Snake. Dave solo necesita hacer y recibir llamada, y recargar el teléfono cuando lo requiera.
Este caso nos da una enseñanza bastante curiosa que muchos hemos olvidado: disfrutar y aprovechar mejor los avances tecnológicos si sabemos qué es lo que queremos y para qué lo queremos.
¿Qué opinas?
Vía: omicromo