De pequeños, todos nosotros aprendimos ciertas cosas con solo observar o escuchar. Esta habilidad está presente no solo en la especie humana, si no también en los animales.
Según estudios científicos, un gran numero de cosas que hacemos cotidianamente, están relacionadas a nuestra memoria. Y este factor fue el protagonista para los científicos de este proyecto, el cual acaba de hacer historia por su resultado positivo.
En la Universidad de Texas Southwestern, los científicos lograron implantar recuerdos en el cerebro de un ave; mediante técnicas optogenéticas, este proceso fue realizado para enseñarle nuevas canciones.
Y como esta especie de aves aprende las sonatas a través de sus padres, por supuesto imitándolos una y otra vez; Todd Roberts y su equipo identificaron las neuronas principales que intervienen en este proceso.
Con este ‘circulo‘ de neuronas identificado, el proyecto iba viento en popa. Y el paso seguido era enseñarle a cantar a aquellos ‘Diamantes Cebra’ (una especie de aves pequeña) que habían sido separados de sus padres.
Para ello, utilizaron ‘pulsos de luz’ que modifican el funcionamiento de las neuronas del objetivo; de esta manera pueden similar el proceso de ‘codificación de recuerdos’. El equipo creó un dispositivo capaz de reproducir notas musicales al mismo tiempo de estos pulsos de luz.
Después de una ardua jornada, los científicos expresaron que todavía faltan cosas por pulir en su dispositivo, pero que su avance es realmente de aplaudir. Sobretodo porque es la primera vez que se identifica la región cerebral relacionada a los recuerdos.