«La idea aquí fue que pudimos ver lo que estaban aprendiendo los modelos para hacer sus predicciones de que ciertas moléculas serían buenos antibióticos. Nuestro trabajo proporciona un marco que ahorra tiempo y recursos y es mecanísticamente revelador, desde el punto de vista de la estructura química, de una manera que no hemos tenido hasta la fecha».
Luego de encontrar aproximadamente 12 millones de compuestos disponibles comercialmente, los investigadores adquirieron 280. Tras esto, se hicieron las pruebas correspondientes y así encontraron dos candidatos antibióticos prometedores de la misma clase. Los resultados fueron favorables al reducir el MRSA en un factor de 10.
Fuente: Nature