Los vehículos eléctricos cada vez cobran mayor fuerza en la industria automotriz, y aunque no lo creas, no solo existen automóviles, bicicletas o scooters; también tenemos aviones eléctricos, cuyos primero modelos se remontan, aunque parezca increíble, al Siglo XIX.
Fue en 1883, concretamente, cuando el aeronauta francés Gaston Tissandier utilizó un motor eléctrico para propulsar una aeronave. Y un año después, sus compatriotas Charles Renard y Arthur Krebs construyeron ‘La France’, un dirigible de 52 metros potenciado con una batería de zinc que pesaba 435 Kg. Y con él completaron el primer vuelo de una aeronave eléctrica, el cual duró 23 minutos y cubrió 8 Km.
Sin embargo, su mecanismo no era tan potente como para ser utilizado constantemente, y aunque en otras partes del mundo también se crearon prototipos, no fue hasta 1973, cuando ya existían baterías de níquel, que se creó la primera aeronave con mecanismos completamente eléctricos; la cual se trató de una modificación de un avión planeador, aquellos que no tienen motor, pero vuelan surcando las ventiscas. Además, también hicieron historia porque fue la primera vez que una aeronave eléctrica llevó un piloto a bordo.
A partir de aquí, la industria aérea se multiplicó considerablemente, y empresas de distintas partes del mundo comenzaron a trabajar en sus prototipos. En la NASA, crearon dispositivos voladores que logran permanecer en las alturas durante más de dos semanas gracias a sus paneles solares. Y este mismo año, presentaron al ‘X-57’, su primer avión completamente eléctrico que cuenta con 14 motores y un mecanismo motorizado.
Eso sí, en cuanto al apartado de viajes comerciales, los resultados de años de trabajo recién se lucirán en la próxima década. Eviation, una empresa israelí, ha confirmado que Alice será la primera aeronave eléctrica comercial, y en la actualidad ya está en su etapa de pruebas, pero planea volar a finales del año. Su capacidad es de 9 pasajeros y 1000 Km de distancia, y gracias a su mecanismo completamente eléctrico, el costo de los pasajes bajaría considerablemente.
Por ejemplo, un avión convencional en un viaje de 160 Km gasta aproximadamente 400 dólares en combustible, mientras que uno eléctrico gasta en energía entre 8 a 12 dólares por el mismo tramo. Así que como vemos, la diferencia es sustancial.
Otras compañías como Rolls Royce, Airbus y Siemens están trabajando conjuntamente en el desarrollo del ‘E-Fan X’, un avión con un motor eléctrico de 2 megawatts que planea iniciar su servicio en el 2020. Eso sí, su capacidad de pasajeros es limitada, y su velocidad de vuelo es la mitad de la de un avión común y corriente.
Para solucionar esto, Airbus, la creadora de los aviones convencionales más utilizados del mundo, ya está desarrollando su alternativa eléctrica con capacidad de 90 personas, pero esta no será lanzada hasta el 2030. Wright Electric, otra compañía aeronáutica, también está trabajando en un proyecto similar, pero su avión eléctrico tendrá una capacidad máxima de 182 pasajeros y está planeado para iniciar su servicio en el 2027.