Este año no ha sido más que triunfos para la primera empresa del mundo en producir y distribuir sus juegos independientemente; Activision. Con 3 representantes bajo el brazo, el que más resalta es Call of Duty: WWII, pues increíblemente fue lanzado hace menos de dos meses y ya generó una ganancia de mil millones de dólares en todo el mundo, haciéndolo el videojuego más vendido del año en Norteamérica. Con estos datos, la franquicia Call of Duty se proclama como el videojuego de consolas más vendido de Norteamérica y el mundo por 9 y 8 años consecutivos respectivamente.
En segundo plano tenemos a Destiny 2, la secuela ha superado en ventas su predecesor y se convirtió en el lanzamiento digital más grande de PC tras la unión de Activision y Blizzard. El título fue estrenado en Battle.net, propiedad de Blizzard y fue creado por Bungie, subsidiaria de Activision. Además, es vencedor de 90 premios y nominaciones hasta la fecha. De acuerdo a ventas, se posiciona en el segundo puesto en Norteamérica y peleando el tercer lugar en todo el mundo.
El último representante, pero no menos importante ya que de seguro fue el más esperado del año, es Crash Bandicoot N. Sane Trilogy, la colección remasterizada del personaje que representa toda una época de los videojuegos. El título se llevó el galardón al juego remasterizado más vendido para PlayStation 4 de la historia, además que sigue estando el en Top 10 de videojuegos más vendidos en Estados Unidos.
De esta manera, Activision cerrará el año más que contento. Erick Hirshberg, CEO de Activision, comentó al respecto agradeciendo de corazón a los jugadores por su increíble pasión y compromiso, pero también a su equipo por lograr estos resultados.
Vía Activision