Recientemente, Valve fue llevado a juicio por plagiar una patente por el diseño del control de Steam. Ahora, la compañía ha sido declarada culpable y tendrá que pagar a Ironburg Inventions (SCUF) $4millones de dólares.
Desafortunadamente, para Valve, es posible que este cifra suba: los tribunales pueden imponer sanciones adicionales según los daños producidos. Así, Ironburg Inventions podría exigir más dinero, pues los responsables de Steam actuaron a sabiendas de la infracción.
El inicio de esto se remonta al 2014, cuando SCUF advirtió a la desarrolladora que su control de Steam estaba violando una patente registrada el 2011. La compañía hizo caso omiso y comenzó a comercializar este accesorio el 2015, el cual se estuvo vendiendo por 4 años.
Fuente: Atomix