Tras la compra de una gran cantidad de vehículos Tesla, la compañía incrementó considerablemente su precio en la bolsa, aunque esto también se debe a su arduo trabajo en la tecnología de vehículos eléctricos. Ahora, esta buena noticia les ha jugado una mala pasada, aunque muy probablemente la responsabilidad es de unos cuantos dirigentes más allá de manchar a toda la compañía.
Sucede que esta empresa de Elon Musk acaba de ser demandada con una valor de 160 millones de dólares, este documento llegó a nombre de JPMorgan, unos inversores que apostaron en Tesla cuando estaba siendo financiada y ahora la culpa de incumplimiento de contrato. En 2014, JPMorgan compró acciones de Tesla y ayudó financieramente a la empresa, y ahora que su precio es elevado, aseguran que no han recibido las garantías de esta alza.
Tras todos estos años, el precio de una acción de Tesla se ha multiplicado por diez, y según contrato, Tesla debería entregar efectivo o en su defecto, acciones. Esto nunca sucedió de parte del fabricante de vehículos y ahora podrían pagar hasta 162 millones de dólares por no cumplir con lo estipulado en el contrato.