Hoy, a las 7:00 a.m., SpaceX lanzó su nave espacial más grande y poderosa del mundo, con 130 metros de altura, llamada Starship. Esta era su tercera prueba y una de las más esperadas, en especial, por la NASA. Y si bien, tuvo ciertos desperfectos, se considera una prueba exitosa.
Recordemos, que las anteriores pruebas de SpaceX con Starship tuvieron un resultado explosivo a minutos de despegar. Sin embargo, en esta tercera prueba tuvo un despegue exitoso, saliendo de la atmósfera terrestre a más de 200 km de altitud. Y si bien, esto planteaba un gran avance, lo cierto es que tuvo un problema al reingresar a la Tierra. Es así, cómo en el reingreso, SpaceX dejó de recibir señales al mismo tiempo de Starlink y Tedris, un sistema de localización y comunicación de la nave. Esto produjo que se perdiera en alguna parte del Océano Índico. La compañía tecnológica tenía planes de reingresar a la Tierra de forma controlada y amenizar su caída en el Océano Índico.
Sin duda, cada prueba es un paso para que SpaceX pueda lograr sus objetivos y arreglar cualquier fallo previo y así llevar la humanidad a Marte. Asimismo, la NASA, quién invirtió 50 millones de dólares, cuenta con este tipo de naves para llevar otra vez sus astronautas a la Luna durante la misión Artemis 3 para el 2026. Del mismo modo, faltan pruebas futuras para poder transferir combustible en dos tanques al espacio.