El pasado 20 de abril, el cohete más grande, pesado y poderoso del mundo, Starship de SpaceX, despegó asombrosamente. Pese a que tuvo una explosión no programada, tras perder el control de la nave no tripulado fue un gran éxito para la compañía. Puesto que dejó la base intacta y pudo despegar exitosamente. Sin embargo, pese a que es bueno para que la compañía sepa qué salió bien y qué salió mal, algunas entidades no están contentas con dicho suceso.
La Administración de Aviación Federal (FAA) está realizando una investigación federal para saber si Starship ha generado escombros que pongan en peligro la población y vida silvestre de Boca Chica, Texas. Se presume que estos escombros podría haber afectado áreas de reproducción de aves y tortugas marinas, así como daño en casas cercanas. Incluso, la explosión esparció polvo y escombros afectando a los pobladores de Port Isabel. Por este motivo, SpaceX deberá regularizar sus medidas para la mitigación ambiental. De esta manera, tendrá que haber un reajuste financiero para asegurar los lanzamientos y tener menor impacto ambiental.
Finalmente, la misión Artemis III de la NASA podría verse retrasada, por el reciente incidente de Starship. Por lo que esta misión planteada para el 2025, podría darse más adelante.
Fuente: CNBC