SpaceX ha logrado un hito en la historia espacial de cohetes al lograr una de las hazañas jamás logradas antes. No solo hizo volar el propulsor de un cohete de más de 70 metros, sino que logró que regrese a su misma base con éxito.
La compañía de Elon Musk logró atrapar el domingo el propulsor de su megacohete Starship, tras un vuelo de prueba de casi nueve minutos, justo al regresar a su plataforma de lanzamiento. Este acontecimiento tuvo lugar poco antes de las 7:30 a.m. hora local en Texas, Estados Unidos. Con esto, SpaceX completó exitosamente la quinta prueba del Starship. En este primer intento, logró recuperar la primera fase de la nave utilizando una grúa en la misma plataforma de lanzamiento, marcando un hito en la ingeniería espacial.
La gigantesca nave consiguió poner en órbita el módulo principal con la ayuda de los 39 motores Raptor de su primera fase, que en un hito de la ingeniería espacial sin precedentes logró regresar desde la estratosfera, realizar una desaceleración controlada y posarse en la misma plataforma de lanzamiento para ser recuperada por los brazos mecánicos. Una grúa que atrapa esa parte de la nave para volverla a usar.
El Starship quiere convertirse en el primer servicio privado que llegue a la Luna y Marte y establezca presencias permanentes y colonias en esos planetas, una visión repetida y considerada viable por su fundador, el magnate Elon Musk.
Con este logro, SpaceX avanza hacia su objetivo de desarrollar cohetes que puedan ir y regresar del espacio. De esta manera, se reutilizan los cohetes para reducir costos y aumentar la frecuencia de los lanzamientos.
La compañía sigue demostrando su compromiso con la exploración espacial y la sostenibilidad en el sector aeroespacial.