El Skydio R1: El drone para consumidores más inteligente

Características de movimiento autónomas no son novedad en los drones comerciales. Ya ha pasado mucho tiempo desde que los primeros DJI Phantoms con tecnología para seguirte salieron a la venta.

En otras palabras, casi todos los drones que valgan la pena hoy en día poseen cierto nivel de autonomía.

Y ahora tenemos el Skydio R1, llevando más allá lo que puede hacer un drone por su cuenta.

El R1 es menos un drone, y más una cámara voladora que se posiciona automáticamente. El único propósito que cumple es el de grabar a la persona que está siguiendo.

Esta cámara voladora fue creada por un equipo de ingenieros que solían pertenecer al MIT. La R1 utiliza 13 cámaras posicionadas en su exterior para ver el mundo que la rodea. Además, tienen un chip Jetson de NVIDIA, utilizado en vehículos automáticos como central de procesamiento para navegar.

Hemos visto drones con capacidad de evadir obstáculos, sin embargo la forma en la cual opera el R1 es increíble.

Otros drones, cuando registran que se van a golpear con algo, se detienen, dejan de seguir a su objetivo, y se re-acomodan lejos de la obstrucción.

En cambio, al R1 simplemente no le importa. Mantiene la cámara siempre apuntando al objetivo, y se mueve como si nada alrededor de árboles, postes de luz, cables de teléfono, etc.

Como se puede apreciar en el vídeo, el sistema de rastreo del drone no requiere que se tenga al celular en la mano. El propósito del R1 es el de vuelo autónomo. Simplemente se lanza la aplicación, se lanza el drone, se escoge el comportamiento de grabación que se desea, y te olvidas del asunto.

La mayoría de otros drones ofrecen capacidades autónomas para complementar su vuelo controlado. El Skydio R1 ofrece controles manuales como una idea secundaria. La autonomía de la cámara voladora es así de buena.

El R1 utiliza sus cámaras, en lugar de GPS, para generar la información de navegación que necesita en tiempo real. Esto le permite realizar decisiones más rápidas, además de poder operar dentro de casas y edificios.

Sin embargo, la cámara voladora sí tiene algunos problemas.

La vida de la batería es de 16 minutos. Con las justas para una o dos vueltas a la manzana.

También existe el problema del espacio de almacenamiento. Con tan sólo 64GB, que no puede ser expandido, el espacio se acabará rapidísimo, considerando que la cámara graba en 4K.

Además de esto, el sistema no funciona sobre el agua. La IA no puede interpretar correctamente el constante movimiento de la superficia del agua, y el drone mismo no es aprueba de ella.

El R1 cuenta con un precio de $2,500, y ya está disponible.

Vía Skydio