Distintas opiniones han sido exclamadas después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) calificara a la adicción de videojuegos como un trastorno mental. Este tema ha rebotado en todo el globo terráqueo causando desenfreno para algunos y desinterés para otros. Existe de todo en la brecha de las opiniones, eso está claro. Pero aún así, se debe tener especial cuidado por estos temas que son particularmente delicados.
La Entertainment Software Association (ESA), la asociación de videojuegos más importante de Estados Unidos, dio a notar su desacuerdo hacia esta calificación impuesta por la OMS el pasado diciembre del 2017. A través de un comunicado, la ESA decidió dar cara al asunto y afirmar que los fanáticos de los videojuegos no se distancian tanto de un fanático deportivo. Ambos pueden ser jugadores apasionados y le dedicarán el tiempo que ellos crean. Además quisieron recalcar que tanto el sentido común como la investigación objetiva han demostrado que los videojuegos no son adictivos. A lo que la Asociación Estadounidense de Psicología dio razón y respaldó la postura de la ESA, añadiendo el dato de que no existe suficiente evidencia para asegurar que la adicción a los videojuegos sea efectivamente un trastorno mental.
Finalmente, la ESA se apoyó en la historia de los videojuegos, después de cautivar a jugadores por más de 40 años y aglomerar a más de dos mil millones de personas alrededor del mundo, carece de lógica aquella posición de la OMS. La asociación gustó de contraatacar argumentando que al poner esa etiqueta de ‘trastorno mental‘ realmente estarían trivializando trastornos reales, tales como la depresión y la ansiedad. Problemas que deben ser correctamente tratados y dedicados de atención.
Hasta el momento la OMS no se ha pronunciado, definitivamente tendrá que revisar detalladamente sus conceptos y reconsiderar los calificativos impuestos incluso con falta de pruebas.
Vía Gamasutra