¿Podríamos comunicarnos con las ballenas gracias a la Inteligencia Artificial?

Un grupo de científicos está trabajando en ello.

No hay duda de que hablar con los animales ha sido, para muchos, un gran anhelo. Sin embargo, basta con oír la idea para decir que es imposible… ¿O no? Resulta que un equipo de científicos se encuentra desarrollando un proyecto que tiene como objetivo permitir la comunicación entre los humanos y las ballenas.

Para conseguirlo, la Iniciativa de Traducción de Cetáceos (Proyecto CETI) hace uso de la Inteligencia Artificial (IA). En concreto, con esto, el equipo quiere lograr descifrar los chasquidos que emiten los cachalotes al comunicarse entre sí. Estos son conocido como «Codas».

¿Qué pretenden hacer?

Con el fin de lograrlo, los científicos quieren aprovechar el procesamiento del lenguaje natural (PNL). Este se defiende como un subcampo dentro de la IA y se centra en el procesamiento del lenguaje tanto escrito como hablado.

Cabe mencionar que los investigadores ya han aplicado las grabaciones de codas de cachalotes a un algoritmo de PNL. Consecuentemente, salieron resultados «prometedores». De acuerdo con Micahel Brostein, el jefe de aprendizaje automático del proyecto, “Parecían funcionar muy bien, al menos con algunas tareas relativamente sencillas”.

Sin embargo, esto es solo el inicio. Ahora, el primer objetivo del proyecto es recoger 4,000 millones de codas de cachalotes. Para ello, el equipo quiere usar un trabajo previo, el cual consiguió un total aproximado de 400,000 de estos sonidos.

Sin duda alguna, otro reto será contextualizar cada uno de los llamados, algo que podría tomar años de investigación dentro de las hábitats naturales de estos animales, pero es necesario. Al fin y al cabo, las palabras sin contexto no ofrecen contenido alguno.

A pesar de todo, los encargados se mantienen positivos y piensan que sí se podrá desarrollar un modelo de lenguaje que permita la comunicación en el idioma de las ballenas. Esto podría alterar la forma en que los humanos nos relacionamos con la naturaleza.

“Si descubrimos que hay toda una civilización delante de nuestras narices, tal vez se produzca un cambio en la forma en que tratamos nuestro entorno. Y tal vez dé lugar a un mayor respeto por el mundo viviente”, declararon los responsables.

Fuente: Digital Trends