Se ha confirmado que ‘Pando‘, ubicado en Utah, un estado de Estados Unidos que alberga gran cantidad de historia de nuestro planeta; está muriendo cada vez más rápido.
Se trata del organismo viviente más grande del mundo: Un bosque de álamos de 43 hectáreas. En todo este terreno, existen cerca de 47.000 árboles que están unidos por una gran red de raíces, por lo que se consideró como un organismo independiente.
Paul Rogers y Darren McAvoy, científicos de la Utah State University, han confirmado el deceso de este organismo después de una ardua investigación. Es más, las conclusiones saltan a la luz rápidamente después de observar las fotografías del lugar capturadas con el paso del tiempo.
Ambos científicos aseguran que este bosque ha estado estancado por 40 años. Es decir, tanto su crecimiento como la salud del mismo se han visto realmente perjudicados en las últimas cuatro décadas. Y todo es por culpa de nosotros, los seres humanos, asegura Rogers.
En la última década, varios grupos han intentado proteger este terreno, y esta podría ser la causa de su decadencia. Sobretodo por la sobre protección de los animales herbívoros, quienes usualmente eran casados por osos, lobos y pumas. Los mismos que fueron ejecutados por los grupos humanos.
De esta manera, aumentó la población de animales dóciles y con ello, también creció el turismo en Utah. Según los expertos, que el humano se meta en el ‘orden natural’ de una hábitat, fue drástico para la supervivencia del mismo. Ahora comprobamos que nuestra ‘mano amiga’ no siempre cumple su función de ayudar, si no todo lo contrario.
Vía Xataka