La marca de celulares Nokia tiene consigo el gran legado de ser los creadores de equipos muy resistentes al punto de ser llamado por su público como “teléfonos ladrillo”. Uno de los grandes representantes de esto sería el Nokia 1100, uno de sus productos más vendidos. La compañia finlandesa presentó en el IFA 2019 su nueva línea de equipos con diseño “clásico” especial para los nostálgicos. Estos dispositivos apuntan al mercado emergente con precios muy económicos, funciones básicas y con el sistema operativo KaiOS.
Se presentaron 3 modelos empezando por el Nokia 110. Este modelo replica el diseño del Nokia 1100 con teclado numérico para poder enviar SMS, realizar llamadas, escuchar radio y jugar el legendario Snake. Su pantalla a color es de 120×160 pixeles, 4GB de almacenamiento expandible y una cámara VGA que toma fotos a la increíble resolución de 320 x 240 píxeles. El precio estimado para este dispositivo es de 20 euros.
El verdadero celular ladrillo es el Nokia 800 Tought. Este teléfono está pensado para usuarios que buscan una resistencia superior a la normal. Resiste condiciones extremas como ser sumergido en agua hasta un 1 metro y durante media hora. Las caídas a grandes distancias no son un problema para este nokia y puede funcionar correctamente en temperaturas de –20 a 55 grados. Incluye soporte para redes 4G, Google Assistant, Facebook y Whatsapp en sus ediciones más básicas. Su precio aproximado es de 109 euros.
Para los nostálgicos del diseño “sapito” tenemos el Nokia 2720 Flip con la función de abrir y cerrar su pantalla con teclado mediante una bisagra. Cuenta con dos pantallas, una interna y otra externa, funcionalidad 4G, soporte para Google Assistant, Facebook y Whatsapp. Posee una cámara de 2 megapíxeles y costaría unos 89 euros.
De momento no tienen fecha de lanzamiento.