Esta semana, un misterioso empresario chino compró la que podría ser la mascarilla más cara del mundo. Este millonario residente en Estados Unidos, encargó a la exclusiva joyería Yvel, Orna e Isaac Levy, ubicada en las afueras de Jerusalén, una mascarilla para protegerse del covid-19 hecha con 3,600 diamantes y oro de 18 quilates con el astronómico precio de 1,5 millones de dólares.
Los encargados se encontrarán trabajando de manera intensa en esta única mascarilla que, según su comprador, tiene que estar lista antes que termine este año y que sea necesariamente la más cara del mundo, según informó Isaac Levy, dueño de la joyería.
En el comunicado público se detalla que esta mascarilla proporciona el nivel más alto de filtración N-99 y cumple con todos los estándares de bioseguridad más estrictos. Dentro de sus características cuenta con 250 gramos de oro puro de 18 quilates, será engastada con no menos de 3,608 diamantes naturales y pesará 279 gramos. El engaste es el arte de poner una piedra o gema en el lugar de la joya escogida por el orfebre.
Un total de 25 joyeros y engastadores de diamantes son los encargados de crear esta mascarilla más cara del mundo. La empresa comenta que se encuentra trabajando a contrarreloj para cumplir con este encargo y llegar a la fecha límite, el 31 de diciembre del 2020.