Nuevamente, Microsoft se encuentra envuelto en una especie de problema. No obstante, esta vez, su rival es alguien que nadie se esperaba: un grupo de monjas. Resulta que estas pertenecen a un grupo de accionistas y buscan que la compañía se haga responsable por las consecuencias éticas y sociales de la tecnología que desarrollan.
Provenientes de Sisters of St. Joseph of Peace – Hermanas de San José de la Paz -, las monjas tienen dos peticiones sumamente específicas para la mesa de directores de Microsoft:
De acuerdo con las hermanas, contrario a lo que pueda decirse, «la tecnología no es neutral». Por ello, empresas como Microsoft deber tener claro que muchos de sus productos y los que comercializan, son utilizados para «potenciar sistemas de opresión ya existentes».
Susan Francois, una de las hermanas que conforman este grupo, afirma que, a pesar de que la compañía dijo públicamente que no venderían su software de reconocimiento facial a la policía, lleva a cabo una fuerte gestión de intereses en el Congreso de Estados Unidos para frenar una ley que prohibirá el uso de esta tecnología de forma discriminatoria.
Básicamente, lo que buscan las religiosas es hacer que Microsoft cumpla sus compromisos y no se queden solo en las buenas intenciones. En especial actualmente, cuando los problema raciales en Estados Unidos han llegado a un punto crítico.
Fuente: Digital Trends