Las actualizaciones de sistema son algo inevitable desde su inclusión en Windows 10, cada cierto tiempo Microsoft las libera para mejorar el rendimiento y funcionalidades de nuestro equipo. Lo cierto es que no tienen una buena fama debido a diferentes problemas que traen consigo. El año pasado sucedió con el famoso “November Update” el cual se tuvo que revertir debido a los múltiples errores que tenía.
Ahora nos encontramos con otro “bug” crítico el cual provoca que nuestro sistema deje de funcionar. Este problema ocurre cuando instalamos Windows 10, acto seguido creamos un punto de restauración con este estado, luego instalamos las actualizaciones, después intentamos volver al punto de restauración creado y nos encontraremos con el infame pantallazo azul.
Bajo el nombre de 0xc000021a se nos presenta la “Blue Screen of Death”, a partir de este momento tu sistema entrará en un bucle de reinicios constantes del cual no podremos solucionar sin utilizar el entorno de recuperación de Windows, WinRE. Para esto necesitarás un medio de instalación físico para instalar Windows 10. Así que, si llegas a este punto, lo más recomendable será instalar el sistema de nuevo.