Después de ocho largos meses, la NASA acaba de recuperar el contacto con el Voyager 2 gracias a una actualización del Deep Space Station 43 de Australia.
Este ‘upgrade‘ consistió en cambiar un transmisor que tenía 47 años de uso, e incluso fue instalado antes del lanzamiento del Voyager 2 (1977). Esta sonda es utilizada para la exploración espacial, y ya tiene logros en su haber, como el descubrimiento de que el Sistema Solar es ovalado y no esférico como se creía.
Lo que impedía el contacto con esta sonda era la Luna, pues se interponía en la línea invisible que enviaba señales a la tierra. Ahora con el nuevo sistema, estas frecuencias sobrepasan los cuerpos extraterrestres.