La guerra de Rusia contra Ucrania es uno de los conflictos de mayor consideración de las últimas décadas. Desde que Rusia empezó la invasión a su país vecino, muchas empresas occidentales le dieron la espalda y han optado por retirarse de su territorio o sancionar a los usuarios rusos.
Tal es el caso de Google, el cual ha sido un problema para Rusia, ya que contradice la narrativa presentada por los medios controlados por el Kremlin. Además de suspender todo tipo de publicidad en sus plataformas en Rusia y banear los canales de los medios estatales rusos en YouTube, Google se ha negado a eliminar contenido informativo de la guerra considerado “ilegal e inexacto” por las autoridades rusas.
La respuesta del país no se hizo esperar y no solo ha prohibido la actividad de Google News en su región, sino que también ha incautado la cuenta bancaria de Alphabet, que es el conglomerado de Google. La empresa ha anunciado que no tienen otra opción más que declararse en quiebra luego de la incautación, pues ha hecho “insostenible” el cumplir con sus obligaciones financieras.
Aún así, un portavoz de la compañía aseguró que Google continuará operando con sus conocidos servicios como el motor de búsqueda, YouTube y Gmail, lo que sigue sin ser bien visto para los gobernantes rusos. “La gente en Rusia confía en nuestros servicios para acceder a información de calidad”, declaró.
Otro “enemigo” al cual Rusia ya le echó el ojo es Wikipedia, el cual también se ha negado a borrar información acerca de la guerra, incluida información del gobierno ucraniano sobre el número de muertes de civiles y soldados. Putin incluso ha llegado a declarar que no se fíen en la enciclopedia en línea ya que cuenta con fuentes no confiables.
Fuente: Forbes