La compañía de Mark Zuckerberg acaba de admitir que contrató personas para que escuchen conversaciones de su aplicación de mensajería, Facebook Messenger. Todo empezó por un reportaje publicado en el portal Bloomerg el pasado martes, el cual revelaba la existencia de un programa especializado al análisis de grabaciones de audio de Facebook Messenger perteneciente a la red social. Debido a la masividad de estos mensajes de audio y el gran espacio que ocupan en los servidores, se desarrolló un algoritmo para transcribir su contenido.
El problema radica en la inexactitud de este proceso, por lo cual se requería que una persona tercera o personas contratadas por Facebook escuchen el audio para trasladar manualmente el contenido. Este paso era necesario para corroborar la calidad de la traducción hecha por el sistema y que fuera lo menos inexacta posible.
Aproximadamente unos cientos de personas pudieron escuchar todo tipo de conversaciones y se desconoce cuántos fueron escuchados. Por su parte, la red social confirma la existencia de este procedimiento solo a usuarios que hayan aceptado los términos y condiciones de uso de chats para que puedan transcribirse. El problema es que Facebook solo admite la existencia de este tipo de algoritmos cuando se expuesta por terceros lo cual hace desconfiar mucho de su transparencia.