En Japón, los terremotos o sismos son frecuentes por su posición geológica, pero los expertos acaban de confirmar que existió un movimiento telúrico que jamás pensaron que existiría. Este hecho ha marcado un antes y un después en la Geología.
Sucede que a las Islas Bunin, o también conocidas por Islas Arzobispo porque las descubrió Bernardo de la Torre en 1543; son protagoniostas de esta noticia. Sucede que en el terremoto ocurrido en 2015, sucedió una réplica tan grande que es histórica. Este conjunto de islas deshabitadas registraron un terremoto a 751 Km bajo la superficie, algo que se creyó que nunca podía existir.
La gran mayoría de los sismos ocurren el capas superficiales, como la corteza o en el manto superior de la Tierra. Sin embargo, existen un puñado de terremotos que han ocurrido aún más abajo, en donde «se supone» las piedras no pueden ni moverse porque no hay espacio. Además, la presión provoca que estas piedras sean mucho más maleables, por lo tanto es menos propensa a rajaduras o rupturas (que es cuando suceden movimientos telúricos).
Ahora, los geólogos tendrán que replantear esta información, puesto que el nuevo sistema de sismógrafos japonés, conocido como Hi–Net; ha puesto a la luz estos sismos que ocurren de entre 400km a 700km por debajo de la superficie terrestre. Este sistema recién se ha comenzado a utilizar, por lo que los cibernautas se han comenzado a preguntar cuántos sismos de este calibre habrán existido en la historia.
Vía Xataka