Marc Whitten, jefe de producto de Xbox, acaba de declarar que el Xbox One ya no necesitará del nuevo Kinect para funcionar. Esto de nuevo cambia radicalmente las políticas que estuvieron promocionando por los últimos meses. El sensor todavía vendrá incluido en el paquete de $499 que se lanzará a fin de noviembre. Desconectarlo significará no tener las funciones de voz o de gestos que se mostraron en la presentación de la consola. Esto también abre la posiblidad de que en algún momento veamos un paquete de $399 sin Kinect que competiría con el precio del PlayStation 4.
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De paso hoy en la mañana también mostraron este video donde nos muestra las características del nuevo mando.
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