Cada vez nos encontramos más cerca de la distribución y aplicación de vacunas contra la Covid-19 en algunos países del mundo. Hace algunas semanas, el Reino Unido y España declararon sus planes de aplicación de esta solución a su población, mientras que Estados Unidos ya se encuentra culminando su etapa de aprobación. Sin embargo, todavía existe cierto sector de personas que niegan su eficacia o critican su origen.
Ante esto, el Vaticano salió a declarar cuál es su posición con respecto a estas vacunas. La Santa Sede aprueba el uso de la dosis, afirmando que:
“No constituye una cooperación formal con el aborto del qué derivan las células utilizadas en la producción de las vacunas”. “Es moralmente aceptable recibir las vacunas”.
Estas palabras hacen referencia a la utilización de material celular derivado de fetos para desarrollar estas vacunas por parte de los investigadores. Como era de esperarse, se recibieron muchas críticas de parte del sector de personas antiabortistas.
Si bien se han usado ciertas líneas celulares derivadas de fetos abortados para la creación de anticuerpos y vacunas, esto no significa que las dosis finales contengan tejidos o células de fetos abortados. Este procedimiento ha sido utilizado por prácticamente todas las vacunas desarrolladas contra el coronavirus.
Por su parte, el Vaticano recalca que las vacunas deben ser voluntarias y si una persona se niega a su aplicación deberá hacer todo lo posible para evitar la propagación de la infección. “El bien común puede exigir la vacunación, especialmente para proteger a los más débiles y expuestos” según palabras de la Santa Sede.