Destiny es el nuevo juego del estudio Bungie, responsables por la exitosa franquicia de Halo. Al mismo tiempo, está siendo producido por la misma gente que nos trajo Call of Duty (Activision). Es muy probable que ya hayas escuchado algo acerca de él, ya que tiene el presupuesto más grande en la historia de los videojuegos, de US$500 millones y la promesa de durar más de 10 años.
Después de tanta expectativa, anuncios e increíbles trailers, es hora de analizar si el videojuego más costoso de la historia merece tu dinero y tu tiempo.
Destiny es un shooter online que combina muchos elementos de los juegos FPS (Doom) con los MMORPG (World of Warcraft). Ambientado en un futuro lejano, donde la raza humana ha logrado conquistar el sistema solar gracias a una enorme nave llamada The Traveler. Pero una misteriosa oscuridad trajo consigo peligrosas razas alienígenas que quieren conquistar a la Tierra y han llevado a la raza humana al borde de la destrucción. Así que te toca a ti unirte a un grupo de guardianes para retomar el control y asegurar nuestra sobrevivencia.
Esto te impulsa a visitar distintos satélites y planetas como la Luna, Venus y Marte. El universo que se te presenta y las 4 razas de alienígenas son muy interesantes. Lamentablemente, a pesar de contar con notables actores como Peter Dinklage (Ej: Tyrion de la serie de Game of Thrones), la historia y los diálogos dejan mucho que desear. Muchas de los secuencias donde se desarrolla la trama son superfluas y, teniendo de precedente la historia de Halo, sorprende que Bungie haya hecho un trabajo tan mediocre con la historia.
Al inicio de tu aventura puedes elegir la apariencia de tu personaje y una de las 3 clases de guerrero (Titán, Cazador, Hechizero). Cada uno trae habilidades únicas y subclases que brindan cierta variedad a la jugabildad, mas no definen tanto tu estilo de juego como lo hacen otros títulos RPG. Al final, no importa mucho qué clase elijas, ya que este es un shooter y el 90% de tu rendimiento dependerá de tu habilidad con el gatillo.
La gran variedad de armas y habilidades están muy bien balanceadas con el nivel de los enemigos. Siempre sientes que la dificultad indicada por la misión es la correcta, incluso si juegas con personas de menor nivel. Los controles son muy accesibles y se sienten muy similares a los de Halo. Cada combate se siente ágil y dinámico. Teniendo 3 tipos de armas a tu disposición, municiones limitadas, un ataque especial cuerpo a cuerpo, una granada que se recarga con el tiempo, una habilidad especial y más de 25 clases de enemigos, es muy difícil quedarte estático por mucho tiempo.
Además está el sentimiento de que todo lo que haces en estos inmensos mundos te beneficia de una forma u otra. Hay docenas de incentivos que te hacen explorar cada uno de los aspectos de este juego. Los cofres dorados, las recompensas por cumplir misiones secundarias, las mejoras constantes que te impulsan a probar todo tipo de armas y mi favorita, que son las misiones cooperativas que al final te enfrentan contra un exigente Boss. La satisfacción de bailar con tus amigos después de estos enfrentamientos tan épicos, es algo que pocos shooters logran hacer.
A pesar de necesitar una conexión a internet dedicada, es posible jugar Destiny solo. Pero eventualmente te darás cuenta de que para sacarle provecho, tienes que unirte a otras personas. Y créanme que nada se compara a poder contar divertidas historias con tus amigos. Como de aquella vez que mataron al ogro gigante en esa última misión en la luna.
Hay una cantidad impresionante de sistemas y mecanismos esparcidos por todo el juego. Aquí les menciono algunas:
A pesar de que existen todos estos aspectos, muchos de ellos no se explican claramente al jugador. La mayoría son descubiertos por prueba y error, lo cual a veces hace perder el tiempo.
Otro importante aspecto es el modo multijugador, llamado The Crucible, que te enfrenta con otros usuarios en modos tradicionales como Team Deathmatch y Free For All. Es aquí donde tu habilidad con el control se pone a prueba frente al mundo. Lo interesante es lo fluida que es la transición entre todos los modos disponibles. Cada aspecto es fácil de entender y es accesible, incluso para personas que no juegan muchos shooters.
Hay varios mapas de enfrentamiento que se sienten demasiado grandes y los vehículos no son tan divertidos de manejar. Además son limitadas las opciones que se tienen para crear una partida entre amigos, ya que no hay lobbies ni un sistema de chat. A pesar de ser un juego online, a Bungie se le olvidó implementar muchas herramientas para que los jugadores se conecten.
Gráficamente el juego se ve bien. No son los mejores gráficos que hemos visto en esta generación, pero corren fluidos. Lo que ayuda tremendamente es la estética, que muchas veces nos deleita con paisajes verdaderamente memorables. Además, la música es extraordinaria para los estándares de la industria. Épicas melodías que enfatizan cada una de las batallas. Y que, como dato, fue compuesta en colaboración con el legendario Paul McCartney
Les tomará unas 15 horas terminar las misiones de la historia, pero después de eso, como ya las mencioné, hay cientos de actividades por hacer que los tendrá regresando por meses. Es lamentable que, con un mundo tan interesante, la historia y los diálogos se queden cortos y les falten algo de espíritu. Además, los tiempos de carga cortan muchas veces el ritmo de juego y, por el momento, solo hay unas 26 misiones disponibles.
Pese a todas sus fallas y carencias, Destiny es un juego difícil de dejar. Después de 56 horas y 20,000 kills, aún sigo regresando por más. La historia mediocre y las misiones repetitivas son compensadas, en gran medida, por el sentido de camaradería y la promesa de que aquí a 10 años aún habrá nuevo contenido. La compra de Destiny es justificable, mas no es la revolución que muchos esperaban. Sin embargo, varias de las misiones especiales me brindaron algunos de los momentos más épicos en videojuegos en lo que va del año.