Corea del Norte sentenció a muerte a un hombre por introducir copias de “El juego del Calamar” en un USB
Corea del Norte es conocida por sus medidas extremistas, sin embargo, lo recientemente sucedido ha dado mucho que hablar en el mundo. Resulta que se detectó la introducción de copias de contrabando de la reconocida serie de Netlfix, El juego del Calamar en el país asiático utilizando unidades USB y tarjetas SD. Este suceso ha terminado con el contrabandista condenado a muerte por un pelotón de fusilamiento, según informa el medio Radio Free Asia.
También te puede interesar
Por otro lado, sus clientes, un grupo de estudiantes han sido castigados severamente. Se expone que un estudiante norcoreano que compró este USB ha sido condenado a cadena perpetua y que otros seis que lograron verla serie deberán cumplir cinco años de trabajos forzados. Los maestros de la escuela de estos escolares han sido despedidos, expulsados completamente del Partido de los Trabajadores y podrían terminar siendo exiliados para trabajar en minas remotas.
A inicios de noviembre, un sitio estatal de Corea del Norte advertía que “El juego del Calamar” refleja una “sociedad desigual donde los fuertes explotan a los débiles” y muestra lo agresivo de la “sociedad capitalista de Corea del Sur donde la «humanidad es aniquilada por la competencia extrema”. Debido a esto se declaró ilegal ver la serie o cualquier otro programa de TV de Corea del Sur bajo la ley de regulación denominada «Ley sobre la eliminación del pensamiento y la cultura reaccionarios». Este reglamento puede resultar en pena de muerte por ver, poseer o distribuir material audiovisual de paises capitalistas como Corea del Sur y Estados Unidos.
Este incidente comenzó de manera inocente cuando un estudiante compró en secreto un USB con El juego del Calamar y lo vio con uno de sus amigos de clase. Él se lo contó a otros compañeros y compartieron el dispositivo en clase, hasta que fueron detectados por censores del gobierno y arrestados. Se ha revelado también que, a inicios de año, otro hombre fue ejecutado por violar la misma ley al vender CDs y USBs llenos de música y programas externos a Corea del Norte.