Según los reportes, los astronautas Nick Hague y Alexey Ovchinin están a salvo tras haber tenido que realizar un aterrizaje de emergencia.
Este se realizó debido a una falla en uno de los propulsores de la nave Soyuz.
Tras lo que parecía ser un lanzamiento de rutina, los tripulantes se encontraban en camino a la Estación Espacial Internacional.
Fue durante el ascenso que uno de los cuatro propulsores que se encuentran alrededor del cohete principal, falló.
La NASA informó que los astronautas tuvieron que realizar un «descenso balístico» a altas velocidades, superando las fuerzas G tradicionales.
Poco tiempo después de las noticias, la cápsula de aterrizaje fue localizada en Kazajistán. No pasó mucho tiempo antes de que el equipo de rescate se contactara con la tripulación.
La NASA ha confirmado que el incidente ocurrió debido a una «anomalía en el propulsor«.
También confirmaron que los astronautas se encuentran «en buenas condiciones», y fueron transportados al centro de entrenamiento en los alrededores de Moscú.
Una investigación completa está siendo realizada.