Inicialmente, unos investigadores polacos pensaron que realizarían un escaneo a una momia de quien parecía ser un antiguo sacerdote. Sin embargo, esto cambio cuando notaron algo parecido a unos huesos de pequeños pies. Resulta que la persona momificada era una mujer embarazada.
Posteriormente, los escaneos que se hicieron confirmaron que se trataba de un feto lo que yacía en el útero de la madre momificada. Sin duda, un hallazgo importante; en especial porque es el primero de este tipo.
«Por razones desconocidas, el feto no fue extraído durante la momificación», comentó Wojciech Ejsmond, arqueólogo de la Academia de Ciencias de Polonia. «Por ello, la momia es realmente única. No hay otra identificada hasta ahora en el mundo con un feto en el útero.»
Por su parte, el estudio realizado indica que la mujer murió hace, aproximadamente, 2,000 años; más o menos, en el siglo I a.C.. Asimismo, se estima que tenía entre 20 y 30 años. Por otra parte, sugiere que el feto se encontraba entre la semana 26 y 30 de desarrollo.
Los investigadores indicaron que la momia y su sarcófago fueron donados a la Universidad de Varsovia en 1826. Luego, desde 1917, fueron guardados en el Museo Nacional de Varsovia, Polonia. Tres años más tarde, en 1920, se logró traducir el nombre del ataúd: Hor-Djehuty.
Escriba, sacerdote de Horus-Thoth adorado como una deidad visitante en el Monte de Djeme, gobernador real de la ciudad de Petmiten, Hor-Djehuty, hijo de Padiamonemipet y de una casa Tanetmin.
– Dictaba el escrito del sarcófago
No obstante, recién en 2016, gracias a los avances tecnológicos, una tomografía computarizada reveló que la momia se trataba de una mujer. Esto debido a que notaron que los huesos eran delicados y no se encontraban los órganos reproductores masculinos. Por otro lado, una reconstrucción tridimensional mostró senos.
La teoría es que, si bien el ataúd fue hecho para una momia masculina, se colocó una completamente diferente en algún momento. Esto, quizá, con la finalidad de hacerse pasar por un objeto más valioso.
«Dicha teoría está respaldada por el daño a algunos de los vendajes de la momia, posiblemente producido por saqueadores del siglo XIX que rebuscaron en busca de amuletos», indicaron los expertos. «Por ello, es imposible saber con certeza quién era la mujer, o si venía de Tebas, lugar en el que se encontró el ataúd; no obstante, se pueden medir algunos hechos a partir de sus restos».
Por el momento, la razón de su fallecimiento es una incógnita. Afortunadamente, el quipo cree que el análisis de los tejidos blandos conservados podrían dar pistas al respecto.
Fuente: Gizmodo