En 2017 ocurrió el famoso “Batterygate”, el escándalo más grande Apple que reveló cómo la compañía reducía el rendimiento de los iPhone 6 y iPhone 7 de manera intencionada produciendo un caso de obsolescencia programada.
La compañía se defendió indicando que tomaban esta medida a favor de reducir el deterioro de batería en sus equipos, sin embargo, nunca notificaron a sus clientes de tal decisión. Para reducir el impacto de esta noticia, Apple ofreció un plan de renovación de batería gratis a millones de usuarios, sin embargo, esto no la salvó de muchos juicios y pleitos legales que han concluido el día de hoy.
Autoridades de justicia de Estados Unidos han finalizado el caso sentenciando a Apple a apagar 133 millones de dólares por este “Batterygate”. En total han sido 34 demandas provenientes de diferentes estados que han en contra de la compañía de Cupertino. Ahora tendrán que repartir la millonaria cifra de dinero entre todos los afectados. Según el juez de California, Xavier Becerra:
Apple retuvo información sobre sus baterías que volvían más lento el desempeño de los iPhone, mientras lo hacía pasar como una actualización.
Este tipo de conducta lastima los bolsillos de los consumidores y limita su capacidad de hacer compras bien informados.
El acuerdo de hoy asegura a los consumidores el acceso a la información que necesitan para tomar una decisión bien sustentada cuando compren y utilicen productos de Apple.
Esto aplicará a los modelos iPhone 6 y 7 que fueron lanzados en su momento. Desde entonces Apple se volvió más transparente con el tema de las baterías, mostrando su porcentaje de degradación y uso en las opciones de configuración. Apple evitó dar una declaración sobre el resultado del juzgado.