A inicios del 2020, el Parlamento Europeo votó a favor de un cargador único universal para los smartphones. Dicha propuesta fue elevada y, finalmente, los reguladores de la Unión Europea llegaron a un acuerdo final que obliga a todos los dispositivos a adoptar el conector USB-C para su carga.
Con dicha normativa, Apple está forzado a dejar atrás su conocido conector Lightning a pesar de su desacuerdo mostrado desde que se planteó la proposición. La compañía llegó a declarar que dicha reglamentación “frena la innovación en vez de fomentarla” y que generaría más desechos electrónicos. Aun así, la empresa, de manera previsiva, ya ha incluido el conector USB-C en sus ordenadores y en el nuevo iPad Air.
Además de los smartphones, la orden afectará también a las tablets, cámaras digitales, altavoces portátiles, consolas portátiles, auriculares, laptops y lectores de libros electrónicos. Los fabricantes tendrán 24 meses para adaptar sus productos al USB-C y, en el caso de las laptops, 40 meses. Esto quiere decir que será obligatorio en el 2024.
El Parlamento Europeo espera con la nueva norma beneficiar a los consumidores quienes ya no necesitarán de varios cables para sus diferentes dispositivos. Se ha estimado que el acuerdo ahorraría aproximadamente 267 millones de dólares para los usuarios.
Con ello, se planea reducir la cantidad de residuos electrónicos e, incluso, se ve la posibilidad de que el cargador deje de ser incluido con los aparatos de manera progresiva. Además, se espera que se desarrolle la tecnología de carga inalámbrica y puedan surgir otras nuevas alternativas.
Fuente: Xataka