Windows 11 se lanzó oficialmente esta semana en gran parte del mundo. El nuevo sistema operativo de Microsoft llega cargado con grandes novedades y una interfaz renovada. Lamentablemente, como suele suceder con este tipo de lanzamientos, no ha sido perfecto y ha llegado con una serie de problemas en distintos sistemas. Ya se reportó fallos en sistemas con redes Intel Killer y ahora llegan también inconvenientes con sistemas AMD Ryzen.
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La información proviene de la misma AMD que ha confirmado que el nuevo Windows 11 puede afectar negativamente el performance de sus procesadores Ryzen. Se habla hasta de un 15% de pérdida de rendimiento respecto a lo que el mismo equipo ofrece cuando se utiliza Windows 10 instalado.
Microsoft también ha salido a la palestra confirmando este y distintos fallos adicionales. Uno de estos errores puede hacer que la latencia de la caché L3 se triplique causando una caída de rendimiento de hasta un 5%. Pero esto no es todo, ya que se informa que este problema se acentúa en juegos reportándose una merma de hasta un 15%.
Ambas compañías no van a ignorar esto y han confirmado que se encuentran investigando el problema. Se trabaja en una actualización de software para solucionar estos inconvenientes lo más antes posible indicando como fecha tentativa finales de este mes.